ORGULLO DE SER CANARIO Y GANADERO

Lagunero, tinerfeño y canario hasta la médula, Pedro comenzó a trabajar a los 16 años (como camarero) mientras simultaneaba sus estudios, con el trabajo y ayudando a su padre en la cuadra. Ganadero de cuna y de vocación luchó toda su vida por dignificar su profesión. Cuando comenzamos nuestra amistad y lo que yo domino la “revolución del Arrastre Canario con Ganado”, que él lideró decididamente a partir de lo sembrado por el recordado veterinario Pedro López Zumel, muchos jóvenes se recataban a la hora de decir que eran hijos de ganaderos y muchos denostaban la ganadería como profesión para labrarse un futuro en la vida. La labor de Pedro ha sido fundamental para cambiar esta realidad. La liga infantil de Arrastre y la inclusión de las chicas en este y otros deportes tradicionales, ha hecho que un montón de jóvenes vean en la ganadería su futuro y hoy presuman con satisfacción y orgullo de ser ganadero

Pedro Molina (c) con la juventud del Arrastre, cuando le hicieron su homenaje de reconocimiento en el terrero “Jacinto Báez” de Valle Tabares. En la parte de atrás, a los lados de Pedro, las principales autoridades de La Laguna, Tenerife y Canarias.

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