TODOS CÓMPLICES POR ACCIÓN O POR OMISIÓN

Me gustaría recalcar, porque es cierto y es de justicia, que este tema trasciende y está por encima de ideologías y partidismos políticos, y afecta de igual modo, por acción o por omisión, a todos los que han gobernado. Los 8 presidentes del Gobierno de Canarias que hemos tenido, desde Jerónimo Saavedra(PSOE) hasta Fernando Clavijo (CC); al igual que los 5 presidentes del cabildo tinerfeño, que ha habido desde José Miguel Galván (UCD) a Carlos Alonso (CC) y los 7 alcaldes de La Laguna, desde Pedro González (PSOE) a José Alberto Díaz (CC) y el actual, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), todos ellos con sus respectivos consejeros o concejales de Obras Públicas, han podido y habrán querido (no lo dudo) pero ninguno de ellos ha logrado una solución definitiva (ni medio definitiva) a los problemas de movilidad de Tenerife en general, y el colapso de la rotonda del Padre Anchieta y el trazado del último tramo del tranvía, en particular, tres cosas que, curiosamente, tienen un punto en común: la soñada, diseñada y demandada “Rambla de La Laguna”.

El colapso del acceso la rotonda del Padre Anchieta afecta a otros puntos de rebote

LOS VECINOS SE CONVIERTEN EN TÉCNICOS

Hace unos días en La Laguna, el consejero insular Enrique Arriaga protagonizó una reunión con vecinos en la que pudimos ver a mucha gente de distinto pelaje, ideologías y afinidades políticas, al margen del propio alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez (PSOE), con un buen número de sus concejales del grupo de gobierno lagunero. El asunto a debate fue el trazado del tramo del tranvía que remataría el servicio desde La Laguna al aeropuerto de Los Rodeos. Se presentaron varios posibles trazados y se habló de una “consulta popular” que curiosamente “no sería vinculante” y en la que, al parecer y aunque la misma se hiciera en La Laguna, podrían participar en ella los residentes en todos los municipios la isla. Como suele suceder en estos casos, muchos vecinos se transformaron en técnicos de la materia, y algunos casi en auténticos ingenieros de caminos canales y puertos.

Multitudinaria reunión de vecinos, para oír casi más de lo mismo, desde hace años.

LAGUNEROS HARTOS DE “PREMIOS NÓBEL”

Este caso del último tramo del tranvía, como el caso de la rotonda del Padre Anchieta y sus pasarelas voladoras, o el caso de la históricamente soñada Rambla de La Laguna, siempre diseñada y nunca ejecutada, ya tiene a la ciudadanía de La Laguna hasta los mismísimos badajos de las campanas laguneras. Y, sobre todo, el hecho de que más de un “premio Nóbel” y mucha gente de fuera de La Laguna (técnicos, políticos y personajes de a pie) vienen a opinar y a sentar cátedra, sin conocer la realidad de La Laguna y la idiosincrasia lagunera. Y estamos hartos de cambios, traslados, modificaciones y decisiones erróneas, que nunca se sabe quién responde por ellas y quién a sus costes y financiación. Y, por último, ya la gente está harta de pomposas palabras y frágiles promesas, así como los comentarios, discursos o arengas “patriótico-locales”, como las ofrecidas el otro día por el alcalde Luis Yeray Gutiérrez.

El alcalde Luis Yeray Gutiérrez debería ser el primer activista en pro de una solución

ANÍMENSE Y “VUELEN” SOBRE LA LAGUNA

Les repito y recuerdo que la idea es tan real como antigua y que lo pueden comprobar si lo miran desde el cielo (a vista de dron, que dirían ahora). Se lo he dicho y lo han sabido varios directores insulares de carreteras como Miguel Becerra y Ofelia Manjón, y ustedes lo pueden apreciar y sorprenderse, entrando en Google Maps o bien en Google Earth. Fíjense sobre todo en el tramo de la autopista TF5 que va desde la rotonda de entrada a la lagunera Vía de Ronda, siguiendo por los puentes de Lora Tamayo (La Laboral), la propia Rotonda del Padre Anchieta, el puente “del cementerio”, para seguir por el de San Lázaro y rematar en la rotonda de entrada al Aeropuerto de Los Rodeos, junto al restaurante Venta Millán (antes Los Huevos Duros). En ese tramo muchas calles laguneras, a uno y otro lado de la autopista, han quedado cortadas y/o en “fondo de saco”, todas ellas esperando el soñado proyecto de gran rambla, que nunca llegó y que no termina de llegar.

Vista aérea del tramo de la TF5 bajo la que debería discurrir el necesario túnel.